El capital privado, tradicionalmente reacio a entrar en sectores vinculados al armamento por restricciones ESG o consideraciones éticas, ha comenzado a virar.
El gran apagón del 28 de abril de 2025 no solo dejó a millones de ciudadanos a oscuras, también encendió todas las alarmas en el sistema eléctrico español y los despachos de las grandes eléctricas.