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Orange y Másmóvil deberán ceder parte del espectro 5G al superar el límite legal

La posible fusión entre Orange y MásMóvil creará una potente compañía de telecomunicaciones con gran cuota de mercado e infraestructura, superando a Telefónica. Sin embargo, esta unión implica un reto regulatorio importante: deberán ceder parte del espectro radioeléctrico para 5G porque, sumando sus frecuencias, superan el límite legal permitido. 

El espectro 5G se divide en dos bandas principales: la alta frecuencia (3,5 GHz) que ofrece altas velocidades pero poca penetración en interiores, y la baja frecuencia (700 MHz), que cubre mejor áreas rurales y interiores. En la subasta de 2018 y 2021, Orange adquirió 110 MHz en la banda alta y MásMóvil posee otros 80 MHz, gracias a compras previas a operadores como Eurona y Neutra. En total, suman 190 MHz, cuando la regulación española limita a 120 MHz por operador. Por eso, deben ceder al menos 70 MHz, más de un tercio de su espectro conjunto. 

En la banda de 700 MHz no hay problema de exceso, ya que MásMóvil no participó en la subasta de 2021. El Gobierno y los reguladores deberán decidir ahora qué hacer con esas frecuencias, pudiendo reasignarlas a otros operadores para evitar que se queden sin uso. 

Se barajan dos opciones para los 70 MHz que deben liberarse: repartirlos entre operadores más pequeños para fomentar la competencia, o entre los tres grandes (Telefónica, Vodafone y la futura entidad fusionada), quienes tienen mayor capacidad de inversión para el despliegue de redes. 

Los principales candidatos para beneficiarse de estas frecuencias son Digi y Avatel. Digi, tras comprar Euskaltel, es el quinto operador en España, con cerca de 3 millones de clientes y una oferta low cost. Sin embargo, sus márgenes están ajustados por el pago a Telefónica por usar sus redes. Avatel, por su parte, ha consolidado varios operadores pequeños, especialmente en el este de España, y cuenta con medio millón de clientes de fibra y más de 200.000 líneas móviles propias. Además, recientemente incorporó a Santander como socio minoritario, con una valoración conjunta de más de 1.500 millones de euros. 

Queda pendiente también una próxima subasta para la banda milimétrica de 26 GHz, destinada a centros con alta demanda, que podría abrirse a empresas privadas para crear redes propias. Se espera que MásMóvil no participe, siguiendo la misma línea que con la banda de 700 MHz. 

En conclusión, ceder parte del espectro será el primer requisito regulatorio para la fusión de Orange y MásMóvil. La Comisión Europea decidirá si se requieren más desinversiones para proteger la competencia. Las operadoras esperan que estas limitaciones sean las mínimas posibles para maximizar las sinergias.