Más de 500.000 personas ya han disfrutado del espectáculo en el Teatro Rialto de Madrid.
Verónica Ronda, protagonista: “Es una celebración del amor, la música y ABBA”
¡El musical Mamma Mia! alcanza un hito significativo: ha sido visto por más de medio millón de espectadores en el Teatro Rialto de Madrid. Este espectáculo transporta al público a una isla griega, donde pueden vivir una experiencia teatral vibrante al ritmo de los grandes éxitos de ABBA.
Con 23 canciones como Dancing Queen, Voulez Vous o Gimme Gimme Gimme, esta comedia musical rinde homenaje a los vínculos entre madres e hijas, al amor y a las amistades del pasado. El reparto está encabezado por Verónica Ronda como Donna, acompañada de Mariola Peña (Tanya) e Inés León (Rosie), sumando un elenco de 27 artistas que actúan y cantan en directo.
La historia gira en torno a Donna, una madre soltera que dirige un hotel en una isla griega. Su hija Sophie está a punto de casarse y, tras descubrir el diario de su madre, encuentra tres posibles candidatos a ser su padre. Los invita a la boda en secreto con la esperanza de que uno de ellos la lleve al altar, provocando una serie de reencuentros inesperados y emotivos.
En su segunda temporada, el musical ha introducido variaciones con respecto a la versión original. En entrevista con RTVE.es, Verónica Ronda compartió su visión del personaje y del espectáculo.
Sobre interpretar a Donna:
Ronda describe su sorpresa al obtener este papel, destacando la riqueza escénica y coreográfica del montaje, así como la oportunidad de trabajar con grandes profesionales. Para ella, Donna le permite explorar distintas formas de amor: romántico, fraternal y maternofilial, además de conectarla con sus propias vivencias personales.
Temas más allá del amor y la amistad:
La actriz destaca la carga emocional y nostálgica del musical, que, aunque es una comedia, aborda con profundidad la evolución personal de los personajes, el paso del tiempo y la necesidad de enfrentarse a la vida adulta.
¿Por qué sigue siendo un éxito?
Para Ronda, la clave está en las canciones de ABBA: sencillas, pero con una fórmula que sigue funcionando hoy. ¡La música conecta con todas las generaciones, lo que convierte a Mamma Mia! en una experiencia compartida por jóvenes y mayores por igual.
La respuesta del público:
Desde el escenario, Ronda percibe cómo la audiencia se transforma durante la función: primero ríe con la comedia, luego se conmueve con el drama, y finalmente se entrega por completo durante el tramo final, cuando el espectáculo se convierte casi en un concierto. La reacción del público, que canta, salta y aplaude al unísono, es un momento mágico para todo el elenco.
Cuidado físico y vocal:
El compromiso físico es exigente: ocho funciones a la semana requieren mucha disciplina, descanso, alimentación saludable, ejercicio diario y un fuerte espíritu de equipo. El compañerismo entre el elenco, según Ronda, es fundamental para mantener la energía y la motivación.
Interpretación en musicales:
Ronda resalta que Mamma Mia! no descuida la parte interpretativa, como a veces ocurre en otros musicales. Gracias a la dirección de Juan Carlos Fisher, los actores tuvieron espacio para profundizar en sus personajes y construirlos con matices, lo cual enriquece la experiencia teatral.
Renovación visual y coreográfica:
La escenografía, diseñada por Ricardo Sánchez-Cuerda, se presenta como un libro que se abre en cada escena. La coreografía, a cargo de Iker Carrera, introduce un lenguaje más contemporáneo y dinámico. Los trajes, diseñados por Gabriela Salaverri, también se alejan de los clásicos coloridos, apostando por tonos metálicos y elegantes, con más de 6.000 cristales cosidos a mano en cada vestuario de las Dynamos.
Canciones favoritas de la actriz:
Ronda menciona Super Trouper como una de sus favoritas por su energía y la conexión con sus compañeras en escena. También destaca Slipping Through My Fingers, una balada emotiva que Donna canta a su hija mientras la ayuda a vestirse para su boda, un momento que considera especialmente conmovedor.