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“Hay presión inversora en el ‘private equity’ e inflación de precios”

Con una década de experiencia en private equity y venture capital, Borja de Roda lidera la gestora de activos de Beka Finance, resultado de adquisiciones bajo Gala Capital. Desde 2019, han incorporado fondos tradicionales y planean lanzar nuevos productos pronto. 

Sobre la pandemia, Borja explica que sus fondos mantienen una visión a largo plazo, aunque aprovecharán oportunidades de corto plazo derivadas de la crisis. La cartera principal del fondo Beka International Select Equities combina compañías líderes con estructuras financieras sólidas (75% de la cartera) y una parte en «special situations» que busca oportunidades puntuales, como empresas castigadas durante marzo 2020 que se recuperaron tras noticias positivas como la vacuna. 

En cuanto a rotación, la parte core se mantiene a largo plazo (20-30 años o más), mientras que la parte especial se gestiona con horizonte de seis meses para capturar catalizadores concretos. 

Ejemplos de inversión a largo plazo incluyen MSCI, líder en índices financieros, y PayPal, que se ha beneficiado del aumento del comercio electrónico durante la pandemia, junto a otras compañías de medios de pago como Mastercard. 

El otro fondo líquido, Beka Optima Global, mezcla un 75% en ETFs globales y un 25% en empresas sólidas con alta rentabilidad por dividendo, como Iberdrola. 

Borja señala que en lugar de apostar solo por sectores, identifican tendencias globales como la electrificación de vehículos o la digitalización de pagos, invirtiendo en negocios que se benefician indirectamente, como IAAI, que subasta coches siniestrados. 

Respecto a la inversión alternativa, destaca que existe una presión inversora considerable en private equity, especialmente en compañías no cotizadas españolas, lo que genera inflación de precios y obliga a mucha prudencia. Sin embargo, las compañías buenas y resilientes pueden valer incluso más que hace un año. 

Beka AM busca captar inversores internacionales y ampliar su gama de fondos alternativos, por ejemplo con productos innovadores vinculados a la agricultura y producción de frutos secos en España y Portugal, aprovechando las condiciones climáticas favorables. 

Finalmente, Borja destaca que, aunque la inversión alternativa puede implicar algo más de riesgo, ayuda a diversificar carteras y compensar la baja rentabilidad actual de la renta fija, ofreciendo una opción atractiva para muchos inversores.