En apenas un lustro, el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF), impulsado por Bolsas y Mercados Españoles (BME), ha canalizado 12.750 millones de euros en financiación para 57 empresas, consolidándose como una solución clave para firmas medianas en busca de alternativas al crédito bancario.
Surgido en un momento crítico tras la crisis de deuda europea, cuando muchas compañías solventes vieron cerradas sus líneas de financiación tradicionales, el MARF fue concebido como una vía para diversificar las fuentes de financiación empresarial. “El objetivo era mejorar el acceso a los mercados de las pymes, especialmente en un contexto donde los bancos no podían asumir más riesgo”, explica Gonzalo Gómez Retuerto, director gerente del MARF.
Un mercado en expansión
Desde su lanzamiento, el MARF ha registrado 11.085 millones de euros en emisiones de pagarés, con un saldo vivo superior a 1.600 millones. Esta deuda a corto plazo ha resultado atractiva tanto para emisores como para inversores en renta fija que buscan rentabilidades competitivas. Banca March lidera el mercado de pagarés, con más del 50% del saldo vivo y 12 de los 28 programas gestionados en 2018.
“El pagaré es ideal para iniciarse en los mercados de capitales: es una solución competitiva, estable y útil para construir una base de inversores a futuro”, comenta Wafi Saleh, socio de PKF Attest, firma especializada en asesorar emisiones corporativas.
En cuanto a la deuda a medio y largo plazo, el MARF ha canalizado 1.673 millones de euros desde su fundación, con una tendencia creciente. “Este mercado está pensado para compañías con facturación mínima de 300 millones”, señala Carlos Stilianopoulos, director general de Beka Finance, líder en mandatos de deuda a medio y largo plazo en el MARF.
Un ecosistema sólido y sin impagos
El MARF se ha caracterizado por una rigurosa selección de emisores, lo que ha evitado impagos hasta la fecha, un factor crucial para mantener la confianza del mercado. “Los directores financieros ya entienden que deben diversificar su financiación para lograr mayor estabilidad y eficiencia”, indica Jokin Cantera, socio de PKF Attest.
Desde BME, los retos ahora pasan por atraer operaciones de mayor volumen y seguir fortaleciendo el ecosistema del MARF. “Técnicamente, estamos preparados para una emisión relevante de bonos por parte de una empresa mediana. Solo falta encontrar el candidato adecuado”, concluye Gómez Retuerto.